El uso de las cartas es aun más sencillo que su estructura. Cada vez que se produce un crítico se roban tantas cartas como multiplicador de daño en caso de crítico tiene esa arma menos uno, y entre las cartas que se tiene el que ha hecho el crítico elige la que prefiera. Es decir si tiene el multiplicador normal de x2 se robaría una carta, si es x3 serian 2. Aparte de esto poco hay que saber, excepto algunos estados nuevos como bleed (sangrar).
He usado esta baraja en bastantes sesiones de diversas campañas, así que en este caso la opinión será de primera mano. Las cartas en general están equilibradas para suponer un impedimento pero no un autentico destrozo que por un golpe de azar desequilibre un combate o condene a un grupo de jugadores. Aun así los efectos son a considerar, y muchas veces son más beneficiosos tácticamente que el daño extra. Además al ser efectos tangibles en lugar de más daño añaden un nivel de diversión extra a los combates.
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