miércoles, 1 de septiembre de 2010

Lack, 2ª parte

Esta es la segunda parte de tres de la traducción del relato introductorio del manual básico de Eclipse Phase, “Lack” (Carencia), traducida por Albertorius y publicada con su permiso. Lack esta licenciado bajo Creative Commons License Creative Commons Attribution-Noncommercial-Share Alike 3.0 Unported License por Posthuman Studios. La traducción esta licenciada bajo Creative Commons License por Albertorius.


Jesper

Proxy de Firewall;
Contacto de Sava @ Firewall
[Bienvenido de vuelta, Sava]
Que te den, Jesper. Sabes que odio levantarme con lack.
[Lo siento. No había nada que pudiese hacer.] Su expresión es seria y preocupada, pero sus reacciones kinésicas me indican que está tan calmado como puede estar. ¡Menuda actuación! Los putos proxies nunca se acojonan. Tienen todas las cartas y nunca son sus mentes las que están en juego.
Ya. Claro. Al grano. No me habéis metido en un morfo de combate para que tenga algo de tiempo libre, así que debe haber algo serio. ¿Berk, Pivo y Sarlo están aquí?
[Sí, han sido reenfundados en la misma instalación.]
Al menos mi equipo está conmigo. Gente con la que puedo contar. Hasta cierto punto.
De acuerdo. ¿Cuál es la situación?

***

Pivo se aferró a la pulida superficie exterior de la estación con sus ocho brazos. La existencia de nano imanes en las puntas de los brazos de su traje de vacío eran lo único que evitaba que quedase a la deriva en las profundidades del espacio. Miró a través de su visor facial al oscuro orbe sobre él.
La Tierra.
Sus ojos se concentraron en la extensión de océano negro como la pez que se veía a través de las ominosas nubes. Pivo deseaba zambullirse en esas ancestrales profundidades. Nacido y criado para el espacio, nunca había llegado a sumergirse en el antiguo nicho ecológico de su especie. Lo más probable es que nunca tuviese la oportunidad de zambullirse en las saladas aguas de un océano de la Tierra. Ahora el planeta era una trampa mortal. Un yermo de formas esqueléticas.
Se imaginó una época antes de la Caída, cuando sus ancestros nadaban a través de aguas azules y se deslizaban sin esfuerzo por arrecifes de coral, o flotaban tranquilamente siguiendo la corriente, sin cargar con el peso de la inteligencia. Tal vez aún sobrevivían octópodos bajo las negras aguas del presente, viviendo breves existencias, tomándose su tiempo, manteniendo viva la especie hasta que se pudiese reclamar la Tierra, y Pivo se uniera a ellos en ese día glorioso, abandonando por completo el conocimiento, y volviendo a los instintos.
Los sensores de su traje de vacío interrumpieron la fantasía de Pivo, al detectar el impacto de una mira láser sobre su forma; contacto con Sava por medio de enlace láser de línea de visión. Cuando una misión exigía precisión este era el método preferido. La musa de Pivo procesó el mensaje, y la voz de Sava entró en su cabeza.

Sava
Agente de Firewall, Especialista en Operaciones Encubiertas, Morfo Furia

[¿Pasa algo? ¿Por qué has dejado de moverte?]
Pivo
Agente de Firewall, Especialista en Nanotecnología, Octomorfo
[Simplemente disfrutaba del paisaje,] mandó Pivo de vuelta.
[Podrás disfrutarlo mientras bajamos, durante horas si quieres. Métete en la estación antes de que te detecte algún robot centinela.]
Pivo no se molestó en responder. No se podía discutir con Sava. No merecía la pena defender sus acciones. Pivo comenzó de nuevo a arrastrarse por el casco de la estación. La estación estaba conectada al final de un largo Nanocable negro de carbono que bajaba hasta la superficie de la Tierra; el único ascensor espacial que quedaba.
Pivo localizó la brecha, una minúscula cicatriz en el casco metálico de la estación, resultado de la explosión interna responsable de la muerte de la estación durante la Caída. La brecha se encontraba en el sitio exacto en el que Sava dijo que estaría, y la descripción de su tamaño era exacta: un agujero apenas lo bastante grande como para que pasase un niño humano. De acuerdo con Sava, años atrás los nanosistemas de autorreparación sufrieron un mal funcionamiento antes de poder reparar completamente la brecha. A veces el nivel de detalle que Sava era capaz de obtener de Firewall para sus misiones asustaba. Tras un instante de paranoia desechó rápidamente sus sospechas, comprimió su cuerpo cefalópodo y se arrastró por la abertura.
En la oscuridad, Pivo activó su emisor de infrarrojos, iluminando la habitación con una luz fuera del espectro visual normal. El interior de la estación sin vida se volvió visible a sus sentidos mejorados en los espectrales colores alterados del espectro infrarrojo. Pivo casi prefería la oscuridad. Cristales de hielo brillaban desde todas las superficies, como consecuencia de la congelación repentina de la humedad de la desaparecida atmósfera. Congelados montones de restos humanos flotaban junto a trozos de metal del casco en un macabro ballet de gravedad cero. Pivo flotó a través de los restos orgánicos e inorgánicos, apartando ligeramente metal o carne para abrir paso cada vez más adentro de la habitación. La cabeza de una mujer pasó flotando despacio, su rostro congelado en un grito silencioso y desencajado. Del cuello cercenado sobresalía una pila cortical intacta. Durante un segundo, Pivo consideró la idea de coger la pila, pero no estaban ahí para recuperar almas perdidas. En lugar de ello, puso dos de sus brazos sobre la cabeza y la empujó hacia abajo, en dirección al suelo. Al igual que otros muchos desaparecidos durante la Caída, esta persona permanecería olvidada aquí.
Pivo llegó hasta la esclusa sin incidentes, pero era consciente de que se le acabaría por terminar la suerte. Encontrarse con guardias hipercorporativos en una estación en ruinas era algo inevitable. Puede que los sensores ya hubiesen detectado su presencia. Sólo era cuestión de tiempo antes de que algún robot convergiese en su posición. Sólo esperaba que cuando ocurriese (como sin duda ocurriría), pasaría después de que hubiese abierto la esclusa y de que el resto del equipo estuviese dentro de la estación.
La esclusa había sido soldada desde el interior. Pivo estaba preparado para esta circunstancia, pero convertía en certeza el ser detectado por robots guardianes. Recuperó la compostura durante unos instantes, se concentró en su tarea, y encendió el soldador de plasma integrado en uno de los brazos de su traje de vacío. Una áspera y caliente luz azul iluminó la habitación. Ahora los segundos eran su posesión más preciada.
Estaba a punto de atravesar la puerta interior cuando su musa le mandó un aviso del sensor pasivo de teraherzios. Un objeto se movía rápidamente hacia la posición de Pivo, y ahora se encontraba a tan sólo veinte metros de distancia. Pronto se lanzaría sobre él un robot centinela.
[Casi he pasado la primera puerta,] transmitió Pivo tranquilamente, aunque le hizo falta toda su fuerza de voluntad para mantener el soplete firme. [Tengo compañía. Preparaos.]
[Entendido,] respondió Sava.
Finalmente, Pivo consiguió atravesar el sello. El octomorfo deslizó cuatro brazos a través del metal cortado aún incandescente,y con un tirón forzado separó la puerta del marco. La puerta flotó lentamente alejándose hacia el interior de la habitación, con los bordes enfriándose rápidamente. La puerta interior de la esclusa no estaba soldada. El robot avanzó sobre la puerta, y con un golpe furioso la apartó a un lado. Claqueteó hacia la superficie cristalina del muro. Justo en el momento en que Pivo tiraba de la última palanca para liberar el cerrojo de la esclusa, fue engullido por brillante fuego de plasma.

***

Sava había ordenado a Careza activar el neurochem el mismo instante en que se abriese la puerta de la esclusa. La musa hizo exactamente eso. En lo que para el cerebro cargado de Sava pareció una cámara lenta perpetua, la puerta de la esclusa se abrió hacia el interior de la estación, ayudada por el metálico ruido de una patada cortesía de Berk, el músculo del grupo. Con una ráfaga de pensamiento, el radar de puntería de Sava apareció en un desplegué entóptico y pintó dos objetivos: Pivo y un robot centinela. El perro guardián robótico ya estaba apuntando sus armas, pero Sava fue más rápido. Fuego de plasma lo bastante brillante como para fundir retinas brotó violentamente de su arma, chamuscando uno de los brazos de Pivo e impactando sobre la espalda del robot centinela. Un segundo disparo penetró el caparazón blindado del robot, fundiendo componentes críticos de su interior, convirtiéndolo en un montón inútil de metal fundido de desecho.
Sava se movió con rapidez más allá del octomorfo, que estaba lanzando maldiciones, y disparó dos veces más sobre el robot humeante.
[Limpio,] transmitió Sava. [Uno menos, pero siempre hay más. Contad con ello. ¿Pivo, estás bien?]
[Me has quemado el brazo reproductor, puta.] Soltó Pivo, con muestras claras de agitación en los armónicos.
[¿Prefieres que la próxima vez te deje para el robot?] Sava se giró hacia Sarlo. [Sarlo, ven aquí y encuentra la consola que necesitas. Berk, vamos a necesitar preparar posiciones defensivas, para darle a este pequeño hacker tiempo suficiente para mascar sus bits.]
Pivo cortó a través de su traje de vacío y desprendió su brazo dañado, maldiciendo a Sava entre dientes mientras el traje de vacío se reparaba sólo rápidamente y sellaba el agujero.
[Hey, no te preocupes, Pivo. Tienes siete más. Además, tampoco me pareces precisamente de los que se reproducen.] A Sava le encantaba jorobar a Pivo. Era una de las cosas que le hacían disfrutar de la vida.
Empujándose de un muro a otro, Sarlo atravesó la cámara con facilidad y gracia. Su morfo neoténico era más ligero e incluso más diminuto que la funda normal de niño humano, completamente potenciado y a medida de sus “preferencias”. Había pagado una fortuna por él. Los demás nunca habían entendido su preferencia por fundas humanas infantiles, que llevaba hasta el punto de gastar su propios créditos para asegurarse de obtener siempre un reenfundado en un neoténico potenciado, incluso cuando pagaba Firewall. Tampoco sabían de dónde sacaba su aparentemente infinita fuente de fondos personales, y tampoco querían saberlo. Siempre y cuando hiciese su trabajo.

Sarlo
Agente de Firewall, Hacker, Morfo Neoténico
Dos mini zánganos seguían a Sarlo, iluminando la zona con luz infrarroja y efectuando un escáner activo en otras longitudes de onda. [Por aquí,] dijo, transmitiendo un mapa entóptico a la presentación de cada miembro del equipo. [No está lejos, a unos cien metros o así.] Una ruta iluminada apareció sobre el mapa.
Sava y Pivo siguieron de cerca a Sarlo, mientras Berk luchaba por seguirles el paso en su funda ginoide acorazada.
[No te quedes atrás, Plano. Pronto llegaremos a la gravedad,] transmitió Sava a Berk.

Berk
Agente de Firewall, Especialista en Seguridad, Sintético

[No lo bastante pronto para mí,] respondió Berk.
La estación abandonada estaba escalofriantemente tranquila. En todas partes podían verse aún señales de violencia y desesperación olvidadas mucho tiempo atrás. Escombros flotantes. Cuerpos desgarrados y congelados. Marcas de quemaduras y metal retorcido. La muerte controlaba este lugar.
Cuando el equipo llegó a la estación de control , Sava y Berk asumieron posiciones defensivas en el corredor mientras Sarlo se ponía a trabajar en los durmientes sistemas de la estación.
[¡La leche! El informe de misión era hasta correcto. Los sistemas de la estación siguen activos pero en estado durmiente. Quien quiera que sea el que está vigilando esta estación no destrozó los sistemas, dejó abierta la posibilidad para que se pudiera activar de nuevo el ascensor espacial.] Sarlo comenzó alegremente con su procedimiento para hackear el sistema.
[¿Quién coño querría arriesgarse a bajar a esa bola de ceniza?] afirmó Berk.
Pivo levantó agitado uno de sus brazos. [¿Necesito recordarte que algunos de nosotros pensamos que que reclamar nuestro planeta natal es una buena idea?]
[Pensamiento reaccionario, si me preguntas,] replicó Berk. [Deshacernos de todas nuestras antiguas lealtades a ciudades estado ha sido una de las mejores cosas que la transhumanidad ha hecho jamás. Deja para los bio conservadores el refocilarse en las glorias pasadas. Yo apuesto por el futuro, por avanzar valientemente hacia el espacio, muchas gracias.]
[Dejad la política.] Sava señaló a Berk. [Tú eres un anarquista, ya lo he entendido.] Luego señaló a Pivo. [Y a ti te ha entrado la vena reclamadora. Vale.] Pero el exacerbo de Sava se vio interrumpido por la aparición de media docena de puntos en los radares entópticos del equipo, moviéndose rápidamente. [Vienen contactos. Sarlo, ¿has entrado ya?]
[Estoy en ello. Joder. Joder. Mierda.] La voz infantil de Sarlo sonaba petulante.
[Trabaja más deprisa. Si esos robots tienen artillería pesada, estamos jodidos.] Sava y Berk descargaron una cortina de fuego de supresión por sus respectivas zonas del corredor antes siquiera de que los robots girasen las esquinas. Los robots detuvieron momentáneamente su avance, cubriéndose justo antes de cruzar. Más robots comenzaron a aparecer en el radar, moviéndose en dirección a la posición de los primeros en responder.
[¡Nos quedamos sin tiempo, Sar! ¡Vienen más robots!] Sava lanzó otra descarga de fuego de supresión a la esquina. Berk no disparó su arma, a la espera de que algún robot avanzase por el corredor antes de disparar, pero los robots mantuvieron su posición. Se reunieron más, y más aún comenzaron a aparecer en el radar, moviéndose hacia el mismo punto.
[¡Se nos van a echar encima en cualquier momento!]
[Consideren esto un regalo, damas y caballeros…] Y con una última operación, Sarlo se hizo con el control de todo el sistema de seguridad de la estación.
De repente, uno de los robots se volvió contra los demás. Otro se le unió poco después. En cuestión de segundos, humo y escombros comenzaron a rodar por el pasillo al desatarse el combate entre los robots. Sava y Berk bajaron sus armas y admiraron los ecos del trabajo de Sarlo.
[¡Joder, Sar! ¡Supongo que es por esto por lo que eres uno de los mejores hackers del sistema!]
[¡Aplausos, aplausos, friki obsoleto!]
[Cuando tienes acceso a trucos de última generación cortesía de los mejores programadores IAGs leet de Extropía, no hay muchas cosas que no puedas hacer.] Sarlo lo dijo en un tono calmado, pero Sava estaba vigilando sus datos kinésicos, y se salían del mapa. El corazón del pequeño neoténico estaba palpitando como un tambor. Sava decidió no tocarle sus pelones huevos comentándoselo, sino que dejó a Sarlo disfrutar del momento. Había estado cerca, y otra como esta podría perfectamente no acabar bien para ellos.
Sava permitió unos segundos de silencioso desahogo antes de hacer que el equipo volviese al trabajo. [Sarlo, ¿cuánto falta para que el ascensor esté activo?]

***

7 comentarios:

Ferran Torta dijo...

¿Que es Pivo? Es un morfo con ocho brazos? Se dice que es un octópodo, pero no termino de entender si su morfo es humano o no.


Riley

Juglar de Oz dijo...

Lleva un morfo con forma de pulpo ;)

Francisco Bravo (Bulldozzzer) dijo...

Muchas gracias por compartirlo por aquí. Lo leeré ambos, pero por dios, quita los colores que vibran, los rojos, naranja, verde claro y azul claro, vas a dejar ciego a alguien! :)

Juglar de Oz dijo...

Bueno... vienen asi en el original, no es invento mio xD

WilliamDarkgates dijo...

Excelente cada vez se pone más interesante el relato. :)

Ferran Torta dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ferran Torta dijo...

Sobre el tema del octópodo...

Mirando un tema de nación rolera sobre el Eclipse Phase, he visto el siguiente link:

http://www.eclipsephase.com/sites/default/files/
mercurialscavenger_1.jpg

¿No se tratará de este tipo?


Riley